En la antigüedad no había forma de tener variedad en la vestimenta, porque todo se cosía a mano: los pantalones, las camisas, los vestidos. Por lo tanto, podrías vestirte con la misma ropa y muy remendada por muchos años.


Todo esto iría cambiando desde mediados del siglo XVIII, cuando poco antes de la Revolución Industrial, el inventor alemán Charles Frederick Wiesenthal en 1755 patentó un instrumento mecánico que consistía en una aguja con dos puntas y un ojal en el extremo, por lo cual muchos historiadores consideran que es el inicio de la evolución de la máquina de coser.


Aunque hubo muchos otros inventores después de Wiesenthal, la primera patente de una máquina de coser se le otorgó en 1846 al estadounidense Elias Howe quien perfeccionó la idea de su compatriota, Walter Hunt, quien extraoficialmente es quien inventó la primera máquina de punta cerrada de doble hilo en 1836, pero por extrañas razones no registró su invención y obviamente su idea fue robada.


Ese tipo de máquinas sólo servían a ciertos sectores especializados, no estaban hechas para el consumidor en general. Pero fue en 1851 cuando el también estadounidense Isaac Merritt Singer, introdujo el concepto de la primera máquina de coser para uso doméstico, pero ahora tomando descaradamente las ideas de Howe, quien obviamente lo demandó.


Fue el 30 de mayo de 1854 cuando Singer patentó su invención que se basaba en la máquina de coser de Howe, pero incluía un brazo rígido y una barra vertical para mantener el paño contra el movimiento ascendente de la aguja.


A final de cuentas, Singer, Howe y otros inventores tuvieron que registrar juntos la patente, porque eran casi las mismas ideas.


Hasta la fecha Singer es una de las marcas más reconocidas en el sector de las máquinas de coser, porque en 1889 comenzó la invasión de las máquinas de coser de esta marca en cada hogar del mundo.


Artículo creado con información de Wilkipedia, Máquinas de coser.info y Brandstoker